Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de Salud Mental, el día 10 de octubre, AFESOL SALUD MENTAL, Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de la Costa del Sol, ha recorrido durante todo el mes de octubre la Costa del Sol y parte del interior de la provincia de Málaga dando visibilidad a los problemas de salud mental derivados de la precariedad laboral.
Los actos se han celebrado en los ayuntamientos de Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Marbella, Estepona, Manilva, Casares, Istán y Gaucín, en todos se ha realizado lectura del manifiesto por parte de una persona con experiencia propia en salud mental y los respectivos ayuntamientos han leído la proclama que aboga por poner en marcha todas las medidas necesarias para fomentar la salud mental, especialmente en el entorno laboral.
Hay que recordar que el lema elegido para conmemorar esta fecha es ‘Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental’. Así se decidió por parte de la Confederación Salud Mental España, tras una votación popular de las asociaciones que la componen, motivando así la participación de todas las entidades y personas vinculadas al movimiento asociativo.
En el texto, que fue aprobado en el transcurso del último pleno, se indica que en España se han batido récords de bajas laborales relacionadas con problemas de salud mental y de comportamiento: “Casi 600.000 personas en 2023, según las últimas cifras del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, lo que supone un 15,8% más que el año anterior.
Según el Informe ‘Precariedad laboral y salud mental’, elaborado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social en 2023, la precariedad laboral es un determinante social dañino para la salud, que puede generar problemas muy diversos de salud mental como son, entre otros, la ansiedad y la depresión, las cuales “generan un gran sufrimiento psíquico y cuyos efectos se extienden a todos los ámbitos vitales”, según el informe.
Este mismo documento señala que más de la mitad de los empleos en España son precarios. Bajos salarios, temporalidad, falta de conciliación, elevados ritmos o sobrecarga de trabajo, el acoso laboral, o la brecha salarial, son algunas de las formas que puede adoptar dicha precariedad. Además, la Encuesta de Población Activa en España indica que el 47% de las personas ocupadas señalan encontrarse expuestas afactores de riesgo para su salud mental en su lugar de trabajo.
Respecto a las personas con problemas de salud mental, la baja inserción laboral es una de las principales barreras para su inclusión social. Esto se debe, en gran medida, a los prejuicios sociales que aún muchas empresas y Administraciones públicas mantienen. Según los datos más recientes del INE, las personas con discapacidad psicosocial tuvieron la segunda menor tasa de empleo en 2022, con un 18,9%.
Y es que el estigma sigue siendo una realidad en el entorno laboral. Según un informe de Obertament, el 52% de las personas trabajadoras que ha dejado de ir al trabajo por un problema de salud mental ha escondido el motivo real de su ausencia. En la otra cara de la moneda, el 60% de las personas trabajadoras que ha pasado por un problema de salud mental no ha dejado de ir al trabajo. Solo el 12,9% de las personas con diagnóstico en salud mental comparte su problema con compañeros/as de trabajo.