¿Quieres trabajar con nosotros? |afesol@feafes-afesol.org|Lunes a Viernes 08.00h - 15.00h|

Trastorno del estado del ánimo

QUÉ HACEMOS

Trastornos de la personalidad

Las alteraciones en la afectividad y el humor desde siempre han sido una grave preocupación para los médicos en todas las épocas, y hoy sin duda ocupa una de las estadísticas más abundantes de casos en la salud pública, habiéndose multiplicado por cuatro los casos diagnosticados de Trastornos del Estado de Animo por ejemplo en los últimos 10 años.

 

Clasificación de los Trastornos del Estado de Ánimo

 

Hoy tenemos que recurrir a la clasificación propuesta por la OMS en su CIE-10 cuando define los llamados Trastornos del Humor (Afectivos) en sus epígrafes F30 a F39, y que tendrían las siguientes variantes:

 

A) Episodio Maniaco:

 

Hipomanía Manía con síntomas o sin síntomas psicóticos Sin especificar

B) Trastorno Bipolar:

 

Hipomaniaco Maniaco con o sin síntomas psicóticos Con episodio depresivo breve, moderado o grave Mixto En remisión Sin especificación

C) Episodios Depresivos:

 

Leve o moderado Grave Sin especificación

D) Trastorno Depresivo Recurrente

 

E) Trastornos Afectivos Persiste

 

F) Otros Trastornos del Humor

 

En cualquier caso y en un acercamiento desde una perspectiva  sencilla  debemos saber que podemos hablar de persona con una depresión susceptible de ser tratada, en aquel caso de presentación de gran tristeza de difícil justificación o al menos inamovible, incapacidad de sentir placer en un grado importante, desestructuración de la vida cotidiana con fracasos laborales, familiares y personales de seguir una línea vital aceptable y pensamientos claramente negativos.

 

 Síntomas:

 

La persona presenta múltiples quejas somáticas que no encuentran base orgánica,  su vida ha empezado a languidecer prevaleciendo pensamientos negativos y de carencia de sentido de la vida, en ocasiones en soledad o compañía rompe en llanto, su  actividad se enlentece ya sea en los estudios, a nivel laboral o en sus ratos de ocio,  se altera su vida vegetativa ( ya sea en el sueño, la alimentación o la sexualidad) y en general se pierde la capacidad para sentir placer.

La tristeza que es algo normal en el ser humano, en el caso de la depresión está fija habitualmente y el sujeto no se entristece más si se le cuenta un suceso desgraciado, y aunque no vaya acompañada por expresión emocional de llanto se plasma en su conducta por ausencia de vitalidad y espontaneidad.

Junto a este síndrome que suele ser muy homogéneo en general, y dependiendo de la personalidad previa de cada cual y sus vivencias y formación socio-cultural, aparecerán otros síntomas secundarios que tienen menos importancia pero que no hay que olvidar.